¿En un divorcio quién se queda con la casa?
Tu abogada de familia te responde
Como abogada de familia y mediadora en Barcelona, una de las preguntas más recurrentes que mis clientes me hacen al inicio de un proceso de separación o divorcio en Barcelona es, sin duda: «En un divorcio en Barcelona, ¿quién se queda con la casa?» Es una inquietud completamente normal, ya que la vivienda familiar no es solo un inmueble; es el hogar donde hemos construido recuerdos, donde nuestros hijos han crecido, y a menudo, es el activo económico más importante de la pareja.
Mi objetivo en estos casos siempre es buscar la solución más beneficiosa para todos, especialmente si hay menores involucrados. Y sí, aunque a veces pueda parecer un laberinto, existen varias vías para resolver esta cuestión tan delicada y determinar en un divorcio en Barcelona quién se queda con la casa.
La prioridad en un divorcio: ¿quién se queda con la casa si hay hijos menores?
En la mayoría de los casos, la ley catalana y la española son muy claras: si hay hijos menores de edad (o mayores con discapacidad que dependan económicamente), el uso de la vivienda familiar se atribuye al progenitor que ostente la custodia. Esto se hace para proteger el interés superior de los hijos, garantizando la estabilidad de su entorno y minimizando el impacto del cambio. Da igual si la casa es de uno, de ambos o incluso alquilada; la prioridad es el bienestar de los menores.
Si la custodia es compartida, la cuestión de en un divorcio en Barcelona quién se queda con la casa puede tener diversas soluciones. El uso de la vivienda familiar puede atribuirse a uno de los progenitores por periodos alternos, o bien, se puede establecer un régimen de «casa nido», donde los hijos permanecen en la vivienda y son los padres quienes se turnan para convivir con ellos en ese espacio. Esta última opción, aunque puede parecer ideal para los niños, a menudo implica desafíos logísticos y económicos para los padres, algo que siempre analizo con mis clientes aquí en Barcelona.
¿Quién se queda con la casa si no hay hijos menores?
Cuando no hay hijos menores o dependientes, la situación cambia radicalmente para decidir en un divorcio quién se queda con la casa. En estos casos, la atribución del uso de la vivienda familiar deja de ser una medida de protección para los hijos y pasa a ser un tema de liquidación del régimen económico matrimonial. Es decir, la casa se considera un bien común a repartir entre los cónyuges.
Aquí es donde entra en juego la creatividad y la capacidad de llegar a acuerdos para determinar en un divorcio quién se queda con la casa. Las opciones más comunes suelen ser:
Venta del inmueble: Es la solución más directa. Se vende la vivienda y el dinero se reparte según el porcentaje de propiedad de cada uno. Es una opción limpia que permite a ambas partes empezar de cero.
Uno de los cónyuges se queda con la propiedad: Uno de los dos puede adquirir la parte del otro. Esto implica una valoración justa de la vivienda y una compensación económica. A menudo, se recurre a la extinción del condominio o a la compraventa de la parte. Es importante que el cónyuge que se queda con la casa pueda asumir la hipoteca, si la hay, y la compensación al otro.
Mantener la propiedad en común: Aunque menos frecuente y a menudo desaconsejado a largo plazo por los posibles conflictos futuros, algunas parejas deciden mantener la vivienda en común, especialmente si los hijos son ya mayores de edad y no viven en ella, pero la usan ocasionalmente, o si el mercado no es favorable para la venta. Sin embargo, esto requiere una excelente comunicación y confianza mutua para gestionar esta pieza clave en un divorcio: quién se queda con la casa.
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Mi rol como abogada y mediadora en Barcelona: facilitar la decisión sobre quién se queda con la casa en un divorcio
En mi despacho en Barcelona, mi experiencia me ha enseñado que el camino ideal, siempre que sea posible, es la mediación. Cuando las partes pueden dialogar y llegar a un acuerdo consensuado sobre el destino de la vivienda, el proceso es menos traumático, más rápido y, en definitiva, mucho más beneficioso para todos. Esto es especialmente cierto cuando el dilema es en un divorcio en Barcelona quién se queda con la casa.
Mi trabajo consiste en:
Informar: Explicarles todas las opciones legales y sus implicaciones, tanto económicas como personales, en relación a quién se queda con la casa en un divorcio y siempre bajo el marco legal aplicable en Barcelona.
Asesorar: Guiarles para que tomen la mejor decisión según sus circunstancias particulares.
Negociar: Ayudarles a construir un acuerdo justo y equitativo que tenga en cuenta tanto los aspectos patrimoniales como los emocionales.
Redactar el Convenio Regulador: Plasmar el acuerdo alcanzado en un documento legal que será ratificado judicialmente.
La vivienda familiar es un pilar importante en la vida de una familia. Por eso, resolver su destino tras un divorcio, y la pregunta de en un divorcio en Barcelona quién se queda con la casa, con la calma, la información y el asesoramiento adecuado es crucial. Si te encuentras en esta situación en Barcelona, no dudes en consultarme. Mi compromiso es ayudarte a encontrar la solución más ventajosa y pacífica para ti y tu familia.