¿Cómo se decide la custodia compartida en un proceso de divorcio?
Una de las dudas más frecuentes que surgen durante una separación o divorcio es cómo se decide la custodia compartida. Es una cuestión que preocupa —y con razón—, ya que afecta directamente al bienestar de los hijos y al equilibrio familiar tras la ruptura.
En este artículo te explico cómo se establece la custodia compartida en un proceso de divorcio, qué criterios se tienen en cuenta y en qué casos es viable solicitarla, tanto si existe acuerdo entre los progenitores como si hay que acudir al juzgado.
¿Qué significa la custodia compartida en un proceso de divorcio?
Cuando hablamos de custodia compartida en un proceso de divorcio, nos referimos al régimen legal en el que ambos progenitores comparten el cuidado, la educación y la convivencia con sus hijos menores de edad, de forma equilibrada.
Esto no significa necesariamente que el tiempo se reparta al 50%, pero sí que ambos padres mantienen un rol activo y corresponsable en la vida de sus hijos.
En Cataluña —y especialmente en Barcelona— los tribunales cada vez valoran más este modelo, siempre que se den las condiciones adecuadas, porque favorece el desarrollo emocional del menor y su relación con ambos progenitores.
¿Quién decide la custodia compartida en un proceso de divorcio?
En cualquier divorcio o separación, la custodia compartida puede establecerse de dos formas:
- Por acuerdo mutuo entre los progenitores:
Esta es la vía más recomendable. Si ambos padres están de acuerdo en establecer la custodia compartida, se incluye en el convenio regulador que se presenta al juzgado. El juez lo aprobará, siempre que se ajuste al interés del menor. - Por decisión judicial:
Si no hay acuerdo, será el juez quien decida si concede la custodia compartida en el proceso de divorcio, basándose en informes técnicos, entrevistas con los progenitores e incluso con los menores, cuando su edad lo permite.
Factores que influyen en la custodia compartida durante un proceso de divorcio
Como abogada de familia, siempre explico a mis clientes que no hay una fórmula única. Cada familia es diferente, y los jueces analizan diversos factores antes de establecer la custodia compartida en un proceso de divorcio:
- El vínculo emocional previo entre los hijos y cada progenitor.
- La implicación real de cada padre o madre en la crianza diaria.
- La proximidad de los domicilios y la logística familiar.
- La capacidad de diálogo y cooperación entre ambos progenitores.
- La estabilidad económica y emocional que cada uno puede ofrecer.
- La disponibilidad horaria para atender las necesidades del menor.
Además, en algunos casos se solicita un informe del equipo psicosocial del juzgado, que es determinante para orientar al juez sobre cuál es la opción más favorable para el menor.
¿La custodia compartida es siempre lo mejor?
No necesariamente. Aunque la custodia compartida en un proceso de divorcio suele ser beneficiosa para el menor, no es aplicable en todos los casos. Si existe conflicto grave entre los progenitores, falta de comunicación o una situación que pueda poner en riesgo el bienestar del menor, es probable que se opte por un régimen de custodia exclusiva.
Lo más importante, y lo que siempre recordamos en los juzgados de familia, es que el bienestar del menor debe estar por encima de cualquier otro interés.
¿Cómo puedo ayudarte en un proceso de custodia compartida?
Como abogada especializada en custodia compartida en procesos de divorcio en Barcelona, te acompaño desde el primer momento para:
- Evaluar la viabilidad de la custodia compartida según tu situación.
- Negociar un convenio regulador justo y equilibrado.
- Representarte ante el juzgado si no hay acuerdo entre las partes.
- Proteger tus derechos y, sobre todo, el interés de tus hijos.
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