Los gastos ordinarios y extraordinarios en la vuelta al cole
Una guía para padres separados
Por Elvira Rodríguez Sáenz, abogada especializada en derecho de familia en Barcelona
La vuelta al cole es un momento emocionante para los niños, pero para los padres separados puede convertirse en un desafío a la hora de afrontar los gastos asociados. ¿Qué gastos son considerados ordinarios y deben incluirse en la pensión alimenticia? ¿Y qué gastos son extraordinarios y requieren un acuerdo especial? Si tienes dudas sobre los gastos escolares, no estás solo, como abogada especializada en derecho de familia en Barcelona, te ayudaré a encontrar las respuestas que necesitas.
Gastos escolares: ¿quién paga qué?
La vuelta al cole siempre trae consigo una serie de gastos. Pero, ¿quién debe hacerse cargo de ellos cuando los padres están separados? La pregunta no es sencilla y ha generado muchas dudas entre padres y madres.
¿Gastos ordinarios o extraordinarios?
Durante mucho tiempo, se consideró que los gastos escolares, como la compra de libros y material escolar, eran gastos extraordinarios, es decir, que debían ser repartidos a partes iguales entre ambos progenitores. Sin embargo, esta situación cambió en 2014 con una importante sentencia del Tribunal Supremo.
La sentencia del Tribunal Supremo
Según esta sentencia, los gastos escolares son considerados gastos ordinarios. Esto significa que forman parte de las necesidades básicas del menor y, por tanto, deben incluirse en la pensión alimenticia. En otras palabras, el progenitor que paga la pensión debe asumir estos gastos, al igual que cualquier otro gasto relacionado con la alimentación, la vivienda o la salud del hijo.
Gastos ordinarios: la base de la educación
Los gastos ordinarios son aquellos necesarios para cubrir las necesidades básicas del menor y garantizar su desarrollo educativo. Estos gastos suelen estar incluidos en la pensión alimenticia y, por tanto, son responsabilidad de ambos progenitores en proporción a sus ingresos. Algunos ejemplos de gastos ordinarios son:
Matrícula: Tanto en escuelas públicas como privadas.
Libros de texto y material escolar: Cuadermos, lápices, mochilas, etc.
Uniforme escolar: Si es obligatorio.
Comedor escolar: Cuando sea necesario.
Transporte escolar: Si no se puede ir caminando al colegio.
Más allá de los ejemplos mencionados, los gastos ordinarios pueden incluir:
Material escolar complementario: Atlas, diccionarios, calculadoras, instrumentos musicales (si son parte del currículo), etc.
Seguro escolar: Cobertura médica en el centro educativo.
Actividades extracurriculares obligatorias: Si están incluidas en el plan de estudios (por ejemplo, talleres de teatro o música).
Visitas culturales y científicas: Entradas a museos, teatros, planetarios, etc., si forman parte de las actividades escolares.
Materiales para proyectos escolares: Cartulinas, pinturas, materiales reciclados, etc.
Cuotas de asociaciones de padres: Si son obligatorias para participar en actividades escolares.
¿Cómo determinar qué gastos son ordinarios?
En general, se consideran gastos ordinarios aquellos que son:
Necesarios: Indispensables para la educación del menor.
Razonables: Proporcionados a la edad, nivel educativo y necesidades del niño.
Comunes: Habituales en el contexto educativo actual.
Gastos extraordinarios: más allá de lo esencial
Los gastos extraordinarios son aquellos que no son necesarios para la educación básica del menor, aunque puedan ser beneficiosos para su desarrollo. Estos gastos suelen requerir un acuerdo específico entre los progenitores o una resolución judicial. Algunos ejemplos son:
Clases particulares: Cuando el niño necesita un apoyo adicional.
Escuelas de idiomas y deportes: Actividades extraescolares.
Excursiones y viajes escolares: Siempre que no estén incluidos en la matrícula.
Material tecnológico: Ordenadores, tablets, etc., para uso escolar.
¿Por qué se consideran extraordinarios?
No son obligatorios: No son imprescindibles para el desarrollo académico del menor, aunque pueden aportar beneficios adicionales.
Son opcionales: Los progenitores tienen la libertad de decidir si desean asumir estos gastos o no.
Suelen tener un coste elevado: Comparados con los gastos ordinarios, suelen representar un mayor desembolso económico.
Factores a considerar al tomar decisiones sobre gastos extraordinarios:
Interés del menor: Es fundamental tener en cuenta los intereses y deseos del niño.
Capacidad económica de los progenitores: Cada progenitor debe evaluar su situación financiera para determinar su capacidad de contribución.
Beneficios para el desarrollo del menor: Se deben valorar los beneficios que cada gasto puede aportar al desarrollo integral del niño.
Equidad: Es importante que ambos progenitores contribuyan de forma equitativa según sus posibilidades.
La importancia de priorizar el bienestar del menor
Es fundamental recordar que, tanto los gastos ordinarios como los extraordinarios, deben estar siempre orientados al bienestar del menor y a garantizar su desarrollo integral.
¿Necesitas asesoramiento legal?
Si te encuentras en una situación de separación y tienes dudas sobre los gastos escolares, no dudes en contactar conmigo. Como abogada especializada en derecho de familia en Barcelona, puedo ayudarte a encontrar la mejor solución para tu caso.